Lily Part. La pionera del futbol contra la FA
Hoy, dia 8 de marzo, quiero hablar y escribir sobre aquellas mujeres que fueron pioneras en el deporte. Lily Parr se convirtió en la gran estrella de la época. La jugadora inglesa, de 1,77 centímetros de altura, robusta y fuerte fue la gran exponente del Dicks Kerr's Ladies. La delantera se ganó fama de disparar con al potencia de un hombre y su fútbol le llevó a, años después, ser la primera mujer en el salón de la fama del fútbol inglés. Empezó con sólo 14 años a jugar con sus hermanos. Su padre, obrero de una fábrica de vidrios, le dejó desde bien pequeña jugar tanto a fútbol como a rugby junto a sus hermanos mayores, lo que le formó como una gran deportista.
Empezó a jugar de lateral izquierda pero, con el paso de los partidos, fue adelantando su posición hasta ser delantera. En su primer año como futbolista, marcó 108 goles, en toda su carrera dicen que 986 tantos. Una dilatada carrera que duró desde 1919 hasta 1951, a pesar de que el fútbol femenino fue prohibido mucho antes. Lily dejó la fábrica y trabajó el resto de su vida en un hospital psiquiátrico mientras compartió su vida con su pareja Mary para convertirse en un icono de los derechos LGTB. Una pionera en todos los ámbitos de su vida y una estrella sobre el campo que, incluso, tiene una estatua en Manchester, la primera y única para una futbolista única que abrió el camino a la mujer.
Porque en 1921, la FA, una vez los hombres habían vuelto de la guerra, prohibió el fútbol femenino. Quizá fue por su popularidad y el miedo de que la creciente afición por el fútbol femenino hiciera decaer el masculino. Fue el 5 de diciembre cuando se hizo oficial y alegaban esta decisión a tres puntos básicos: que era inapropiado para las mujeres; las condiciones bajo las cuales algunos partidos se realizaban; no generaban ingresos para los clubes que acogían los encuentros, ya que la mayoría de los encuentros tenían una finalidad benéfica, pero sí creaban ganancias. A esto, la FA añadió que ningún club que perteneciese a la Asociación podía ceder sus instalaciones para partidos femeninos, dejando a las mujeres sin grandes campos para poder jugar al fútbol y ningún miembro podía ejercer ya fuese como árbitro o juez de línea. Trabas para que la mujer dejase los terrenos de juego y volviese a casa, el sitio que ellos consideraban que tenían que estar puesto que los hombres ya habían regresado al país. La capitana del Plymouth Ladies respondió: "El órgano controlador de la FA lleva cientos de años de retraso y sus acciones son simples prejuicios de género. Ninguna de nosotras ha sufrido ningún efecto dañino debido a la práctica del fútbol".
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